sábado, 28 de septiembre de 2013

Los números de la independencia de Cataluña

La gráfica de arriba es un recorte de los resultados pre-crisis de la encuesta que realiza el Centre d'Estudis d'Opinió a los ciudadanos de Cataluña con la pregunta: Cataluña ha de ser...

Los que quieren directamente la independencia van en ligero aumento. En el trienio 2005-2008 los independentistas aumentan en número en la segunda mitad, y lo contrario ocurre con aquellos que quieren un estatus inferior. Aunque tanto en un caso como en otro el cambio es muy leve.

Más constante se mantiene el porcentaje de aquellos que se quedarían como están (autonomistas), y el de los que quieren algo más (federalistas).


En noviembre de 2008 los números eran los siguientes:



El suelo de los ciudadanos que podrían votar Sí a una pregunta por la independencia era del 17.4%, mientras que el No tenía un suelo del 45.4%.


Ahora veamos qué ocurrió a partir de entonces.



La opción del estado independiente empieza a subir como la espuma

En este ascenso se aprecian claramente 2 etapas:

Primer trienio de crisis: noviembre de 2008 - principios de 2012 (1ª  ola de 2012)
Caracterizada por un fuerte ascenso lineal, la opción del estado independiente casi dobla su valor: del 17,4% pasa al 29%.

La opción autonomista pierde 10.5 puntos, y la federalista 1. La opción regionalista pierde 1.9 puntos.


Veamos la fotografía en este punto:


El techo de los potenciales votantes del Sí aumenta 10.6 puntos porcentuales, mientras que el techo de los votantes del No desciende un poco más: 13.4 puntos.


Hay un 10% de ciudadanos que se apuntaron potencialmente a la independencia a principios de 2012, y que en 2008 no lo eran.

Arranque exponencial y techo principios de 2012 (1ª  ola de 2012) - mediados de 2013 (2ª  ola de 2013).
Etapa de año y medio caracterizada por un despegue de la opción netamente independentista (estado independiente), y caída acusada de la opción federalista y autonomista. La opción más centralista baja muy ligeramente.

Veamos cómo quedan los números:

Se invierten las tornas
El techo de la opción independentista gana 8.4 puntos porcentuales, algo menos que en el primer trienio de crisis, que subió 10.6. Por el otro lado se desploma el techo de la opción que quiere España como está, que se desploma 15.2 puntos. De un 63.8% pasa a un pírrico 48.6%. Ni la mitad.


La evolución del techo de cada opción:

Y ahora lo mismo pero con los suelos:




El suelo que tiene el Sí a mediados de 2013 es muy parecido al que tenía el No en 2008. Sin embargo el suelo del No ha bajado menos de lo que ha subido el suelo del Sí.

La opción netamente independentista, suelo del Sí, ha sumado a su causa un 29.6% de los ciudadanos según la encuesta del CEO. El suelo del No ha perdido 18 puntos. El batacazo para el No no es tan grande como la ganancia del Sí. Hay una base del 27% de la población que aguanta chuzos de punta sin cambiar de opinión.

Vamos a la pregunta clave:

¿Por qué ha pasado esto?

 Causas:

1ª. La crisis económica: en un entorno de crisis económica los ciudadanos tienden a buscar soluciones a sus problemas, y también culpables. Las instituciones catalanas y los medios de comunicación han señalado como causa el expolio fiscal, y con ello a su responsable: un estado ineficaz que les roba. Cuanto mejor te van las cosas más conservador te vuelves (no quieres cambiar nada, no sea que se vaya a joder todo). Una crisis económica es el entorno ideal para acometer grandes cambios, el ciudadano quiere soluciones, y es receptivo al cambio.

2ª. El apoyo institucional y mediático a la opción soberanista: la normalización de una posición extrema y minoritaria, como lo era la opción independentista en noviembre de 2008 (17.4%), se puede producir cuando alguien con autoridad la exhibe como propia. En este caso no ha faltado instancia ni institución que no haya bendecido el acto. Los únicos que no se han apuntado son los empresarios, por causas obvias.

El independentismo se ha normalizado. Ahora se puede colgar una estelada en el balcón sin sentirse un extremista. En los mítines de CIU hay esteladas, en la sede de CIU se canta IN INDE INDEPENDÈNCIA.

A esta normalización han contribuido muchísimo los medios de comunicación. Han actuado como correa de transmisión de la doctrina institucional, y también han creado estados de opinión amplificando las voces y el debate de los agentes soberanistas. Los medios de comunicación son como la publicidad al producto, para que lo compren hay que anunciarlo. Y aquí han juntado 2 cosas muy poderosas: fuerte inversión en publicidad, y apoyo explícito de las figuras más conspicuas del catalanismo.

El viaje a Ítaca de Artur Mas empezó, según él mismo reivindica, el día de la primera Diada oficial por la independencia, en septiembre de 2012. Entonces convocó elecciones en noviembre en clave personalista y se pegó un trompazo. Sin embargo derribó las barreras mentales de muchos catalanes, que ahora ve con normalidad la independencia.

3ª. El llamado expolio fiscal, percepción de falta de respeto del resto de España hacia Cataluña, falta de identificación con España, etc.: dado que estamos analizando las causas del incremento del sentimiento independentista entre 2008 y 2013, hay que considerar este conjunto de causas con cuidado, pues la mayoría de ellas son preexistentes y de carácter estacionario. El expolio, en el caso de haberse producido, tenía lugar también en 2008, cuando el independentismo era una opción minoritaria.  Y las causas objetivas del agravio deberían ser más o menos las mismas. La única salvedad sería la famosa sentencia del Estatut de 2010, señalada por los afines al independentismo como la gota que colmó el vaso.

El agravio, la falta de consideración, o la falta de respeto, son razones que sirven de argumento y justificación a la empresa soberanista, pero no son la causa de este vuelco de opinión. Estas razones son la causa para el aparato social, mediático, y político que se fue estructurando en Cataluña en torno a la idea independentista, y que tomó cuerpo en la Asamblea Nacional Catalana a principios de 2012. Justo a tiempo de organizar la primera gran Diada independentista (11S 2012). Esa Diada, y la toma de posición de Artur Mas al frente de esas aspiraciones, tuvieron lugar en el período de crecimiento exponencial.

El Estatuto de Autonomía de Cataluña fue aprobado en referéndum  por los ciudadanos catalanes el 19 de julio de 2006, y el 28 de junio de 2010 se produjo el fallo del Tribunal Constitucional, con casi cuatro años de retraso.

























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